A las esposas que fueron complacientes masticando en silencio las palabras cena tras cena en solitario ajenas a la dulzura del postre abrazadas por las varas del corset sin que sus institutrices las hayan dotado con el poder de imaginar el escenario donde sus esposos despojan del abrazo de metal a otras esposas y madres viudas y morosas huérfanas y sin institutrices mal servidas por esposos que noche a noche faltan a la mesa donde sus señoras engordan a punta de palabras no dichas A las que osaron buscar unas migajas de gozo en el lecho de esposos ajenos que juraron ser tan infelices como ellas y con cucharillas de plata les ofrecieron el postre salpicado de veneno porque en el bocado final todo se desinfló y la crema se tornó tan agria que prefirieron volver a la soledad del comedor y a la espera A las que se atrevieron a exigir y por dementes fueron exiliadas de los salones la seda y los giros del vals para ser amordazadas con camisas de fuerza Simples cuerpos que engendraron otros cuerpos y acabaron acurrucadas en rincones sombríos sabiéndose condenadas por aquellos que succionaron sus pechos A las que despertaron sin castillo luego de la escena final y se dieron cuenta de que la historia apenas comenzaba y en nueve meses ya no habría tiempo para algodones dulces porque sus pechos inflamados quizás no basten y haya que perseguir el tintinear de las monedas como felino al acecho de la presa A las que tocaron la cima dejando en el camino pétalos y pociones úteros cercenados y lobos con los que ya no corren A todas ellas aún tan frágiles dentro de esa armadura oxidada que hará temblar la tierra con su caída y nos mostrará a Eva domando a la serpiente * *
©Nidesca Suárez
poesía de protesta? Protesta en poesía? es verdad o es sueño?
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